viernes, 30 de marzo de 2012

Pastoreando, que es gerundio

Un pastor está apaciblemente sentado debajo de una encina cuidando su rebaño. Dormita a la sombra observando cómo pastan sus ovejas. Es una hermosa y soleada mañana primaveral. Por la vereda pasan dos hombres de negocios que detienen su coche para saludar al relajado pastor.


-¿Este rebaño es suyo?
- Así es.
- ¿Cuántas ovejas tiene?
- Ciento cinco, exactamente.
- ¿Y no ha pensado usted en hacer una explotación de la leche de sus ovejas?
- ¿Para qué?, pregunta el pastor,
- De esa forma podría obtener pingües beneficios y así podría comprar otras tantas ovejas.
- Pero, ¿para qué?, insiste el pastor,
- Así podría ampliar su producción de leche y aumentar considerablemente sus beneficios.
- Pero, ¿para qué?, repite socarronamente el pastor.
- De esa forma podría invertir de nuevo en la compra de más ovejas.
- Pero, ¿para qué?, repite de nuevo el pastor.
- Porque de ese modo, cuando tenga muchas ganancias, podría usted vivir tranquilo y sentarse a descansar.
-¿Y qué es lo que estoy haciendo ahora mismo?

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