Pues a mí no me parece bien.
Que sus señorías deban presentar una declaración de su patrimonio en el Congreso y en el Senado al inicio de la legislatura... de acuerdo.
Que presenten otra cuando finalizan su mandato... de acuerdo.
Que algún organismo oficial fiscalice estas cuentas y verifique que no ha habido un injustificado incremento patrimonial vinculado a malas prácticas en el cargo... de acuerdo.
Hasta aquí vale, pero creo que es una transparencia mal entendida que los periódicos publiquen los detalles de estas declaraciones. Solo sirve para alimentar el morbo y la maledicencia cotilla del personal. Qué me importa a mí los ahorros de Rubalcaba o los pisos de Rajoy, lo que me importa es que no utilicen sus cargos públicos para su enriquecimiento personal y que manejen con absoluta transparencia los dineros públicos que ponemos en sus manos. Lo demás es chascarrillo de chigre y peluquería.
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